DE ENVENENADOR INCONSCIENTE A SANADOR CONSCIENTE, UN EJEMPLO A SEGUIR: JOSEP PÀMIES

      Durante años Josep creyó que nutría a las personas con su trabajo de agricultor y que era “autónomo”, que nadie le decía lo que tenía que hacer. Pero la vida le descubrió, para su sorpresa, que no sólo no eran tan nutritivas sus verduras y frutas como él pensaba, sino que además llevaban venenos de acción lenta y que, ¡para colmo!, estaba sirviendo a unos intereses económicos ajenos a su sentir. ¡Un duro mazazo para alguien que siente el servicio a los demás en su corazón!
    Josep decidió no quedarse en la victima y dejar de hacer de correa de transmisión de unos intereses económicos que le repugnaban. El mundo empezó a habitar en su corazón y su mente inició el camino de una nueva educación alimentaria y medicinal. Como muchos, continúa su instrucción a la vez que enseña; esto lo tiene muy en cuenta cuando las personas acuden a él en busca de ayuda, su actuación es a la vez  desde la fuerza del corazón y desde la humildad del ego. Por eso, escucharle es aprender y también ilusionarse con un futuro diferente. A veces, ante tanta injusticia, se le escapa un exabrupto, pero lejos de molestar hace como esa pizca de picante que consigue que la comida sea más digestible.
    Desde la humanidad que le caracteriza no le importa reconocer los puntos donde se encuentra atascado, tiene el valor de los maestros que son capaces de reconocer sus errores ante sus alumnos, porque les importa más aprender juntos que su autoridad como profesor. Miles de personas se benefician de su labor como maestro-alumno, gracias Josep por hacer, en el sentido hipocrático de la palabra, de tu discurso un alimento y, en el sentido de Gandhi, por dar ejemplo con tu propia vida.
            Te invito, querido lector, a disfrutar directamente de la “comida” de Josep con un primer plato; una entrevista en “La Contra” de “La Vanguardia”

“Menos flores de balcón y más plantas medicinales”

Josep Pàmies, payés, impulsor del movimiento Dulce Revolución

“La Contra”  de “La Vanguardia”  IMA SANCHÍS  - 06/10/2010

62 años. Soy de Balaguer. Casado, 2 hijos y casi ya 2 nietas. Mi aspiración es el socialismo, no lo que conocemos, y la autogestión e independencia de mi país, Catalunya, aunque sea en castellano: lo esencial es entenderse. Creo en algo que nos trasciende, pero no en las religiones


¿Qué le ha enseñado la tierra? 

Todo. La tierra es el origen, y por tanto cuando no la he escuchado me he perjudicado a mí mismo y a mis tierras. Cuando por fin comprendí que era un ser vivo y la he tratado como tal, han mejorado mis ingresos, mi salud y la de mis hijos. 

¿Fue presa de la revolución verde? 

Sí, de la imposición de técnicas de cultivo superintensivo mediante abonos químicos, pesticidas, fungicidas... 

Y contra ella ideó la Dulce Revolución. 

Dulce, porque con violencia no se va a ninguna parte, y dulce, también, en honor a la planta que a mí me despertó. 

La dulce stevia. 

Mi vida y mis tierras eran un desastre, ya no producían. Utilizaba todos los insecticidas, fungicidas, bactericidas y antibióticos legales en aquellos momentos (hoy ya muchos ilegales). Decidí investigar y puse la palabra de mi proveedor, Monsanto, en internet. 

¿Qué halló? 

Una asociación de padres de niños diabéticos muertos en EE. UU. que luchaba contra Monsanto para que prohibieran el aspartamo (de su propiedad) y legalizaran la stevia, un edulcorante natural, que consumida en fresco o en seco podía haber solucionado la vida de aquellos niños. 

Y su rebeldía consistió en cultivarla. 

Durante diez años he regalado miles de plantas, con la sorpresa de que muchos diabéticos reducían así la toma de insulina. Entendí que detrás de muchas prohibiciones en Europa y en el mundo hay intereses económicos, precisamente los mismos que han hecho posible esta agricultura industrial. ... Investigué más a fondo el comportamiento de la industria farmacéutica, la que me vendía los productos para rociar mis plantas, y quedé horrorizado. 

Y nació un activista. 

Si comemos lo que nos da la naturaleza sin rociar químicamente, podemos volver a la salud, lo he experimentado en mi cuerpo. 

No habrá sido un proceso sencillo. 

Para desintoxicar la tierra necesitas años. Si las universidades se pusieran del lado de la agricultura ecológica y nos asesoraran, en quince años todo el mundo podría cultivar una agricultura superrentable y productiva, más que la actual, sin gastos añadidos de semillas y tratamientos. 

La comida ecológica resulta muy cara. 

Hay que suprimir intermediación. Si un fin de semana al mes haces el esfuerzo de desplazarte donde están los ganaderos y agricultores ecológicos, el precio está muy ajustado y la comida es de calidad. 

Buena idea. 

Y si usáramos las plantas medicinales que nuestro entorno nos da, mejoraría de forma radical nuestra salud, y el presupuesto sanitario público bajaría a la mitad en diez años. 

¿Cuál es el problema de las plantas medicinales? 

Algunos tesoros para la salud son ilegales y la ley de Etiquetaje impide etiquetar con sus propiedades las plantas medicinales, pero pueden poner el extracto de una planta en un yogur y decir que es bueno para regular el colesterol, o añadir omega 3 a la leche estrujando sardinas. La ley de Etiquetaje se ha hecho a favor de las grandes industrias alimentarias. 

Lácteos y aguas minerales cantan sus virtudes. 

Tienen excepciones de lujo. Nosotros reivindicamos el derecho de poder etiquetar las plantas medicinales con sus demostradísimas propiedades. 

... Un saber que se está perdiendo. 

Por eso hemos nombrado catedráticos de la naturaleza a los abuelos que todavía guardan conocimientos y estamos recogiendo su sabiduría de autocuración, valores que hay que reincorporar a la sociedad urbana. 

¿Cómo? 

Con balcones de salud: en lugar de tener sólo flores, hay que tener las plantas medicinales necesarias como botiquín de primeros auxilios: tomillo, romero, salvia, orégano. 

Cuénteme. 

Por ejemplo, una infusión de tomillo (bactericida) con la flor de saúco (expectorante) y stevia (antioxidante y edulcorante) es extraordinaria contra los resfriados. El romero, el ginseng natural mediterráneo, es potenciador de la energía; y la salvia, para la buena circulación de la sangre. Pero tampoco renunciamos a las plantas tropicales. 

Interesante. 

La kalanchoe, por ejemplo, un antitumoral muy potente y con resultados pasmosos. Es un crimen que el sistema sanitario no se empape de este conocimiento. 

¿Y prohíben su venta? 

Aunque demuestres que su uso es milenario en otras zonas del planeta, tienes que presentar estudios millonarios. Hace ocho años que una asociación, que ha podido pagar esos estudios, intenta legalizar la stevia. Se ha sumado Coca-Cola, que ha patentado la stevia para 24 aplicaciones alimentarias. 

Entonces se legalizará. 

La autosuficiencia de las semillas está desapareciendo a través de híbridos y transgénicos. Las mismas multinacionales que los producen han hecho un túnel de congelado en Svalbard, Suecia, para conservar 5 millones de semillas autóctonas por si viene un desastre: el desastre que están provocando ellas. Las semillas no tienen que estar congeladas, sino en los campos cultivándose. 

                                Desobediencia civil
Lleva la agricultura en la sangre (cuatro generaciones); a los 16 ya trabajaba la tierra (cultivo de hojas y flores comestibles). Dedica parte de su tiempo a la Dulce Revolución (dulcerevolucion. com), asociación sin ánimo de lucro que estudia y promueve las plantas medicinales (algunas prohibidas) vinculada al Slow Food, movimiento mundial que defiende una alimentación meditada, ecológica y sana. Pàmies lleva diez años cultivando más de treinta plantas medicinales, entre ellas la stevia, emblema de su resistencia contra lo antinatural, que regula los niveles de glucosa e insulina en sangre. Un potente edulcorante natural que ha chocado con la industria productora de edulcorantes sintéticos. 




   De viva voz

 ¿Te agrada el espíritu de guerrero de la paz de Josep? ¿Te gustaría sentirlo de viva voz …?  Pues ahí va el segundo plato: una entrevista que le hizo el equipo de “La caja de Pandora”, un grupo de personas que están haciendo una gran labor en expandir el conocimiento de una forma gratuita por la red, permitiendo que los congresos, conferencias y talleres lleguen hasta el más remoto lugar de nuestra querida Tierra, gracias por tan noble y altruista labor


Entrevista a Josep Pàmies from La Caja de Pandora on Vimeo.


   Y DE POSTRE …

      Tras sentir a Josep puede que nos haya entrado ganas de probar su “dulce revolución”, de documentarnos, de saber como mejorar nuestra salud, de desembarazarnos de determinadas dolencias, de saber cómo conseguir esas plantas maravillosas …  He reservado este plato, el acercarse a su labor diaria y al de todas las personas que trabajan con él, como postre. Acomódate y prepárate a navegar por su “Dulce Revolución”, ¡qué aproveche!, por cierto, con este postre no tienes que tener miedo a enfermar  ni a engordar, puedes comer hasta saciarte …



   ¿TE APETECE UN CAFÉ…?

       El café con Stevia, por supuesto. Te invito a escuchar a Pàmies hablando de  farmacéuticas que dan gratis sus productos y con los cuales  logran además éxitos increíbles.¡Josep hablando bien de unas farmacéuticas! Estas empresas pertenecen a la mayor multinacional del planeta: “La Naturaleza”