“23 Maestr@s, de Corazón”

  
   ¡Feliz Navidad! Soy una lectora y cocreadora más de este libro, una adolescente, concepto que ahora acepto con honor, pues antes me daba verguenza serlo ya que esta etapa de la vida no la muestran como realmente es comunmente... y quisiera expresarme en cuanto me ha impresionado y ayudado este libro:


   En mi conciencia desde que recuerdo ha reinado en mí la idea del “sueño”, del “ideal” que quiero como vida. Ese ideal que con el paso del tiempo y los años nadie parecía apreciar fuera de mi, nadie lo veía como real o posible, más bien, a nadie le parecía importar. Era como que todos lo negasen, como si tuvieran un velo sobre sus ojos o mentes.

   Creo que ninguno de mis padres alguna vez me ha preguntado ¿Qué es lo que más quieres? ¿Qué es lo que te hace más feliz? ¿Qué es lo que más te importa?... Es extraño el hecho de ver que nadie haga esas preguntas, que aparentemente a nadie le importara tu felicidad o alegría, mas sé bien que no es por eso que no preguntan, sino porque realmente piensan que no son los sueños los que te harían feliz, sino que piensan que serás feliz si tienes dinero, una buena posición social o una buena profesión. Cosas que a mis ojos son vacías si no veo la maravilla y el encanto que me propician mis propios sueños.

   Así, con ese pensamiento de seguir mis sueños aún si los demás no quisiesen me llegó por e-mail el libro de 23 Maestr@s de Corazón.

   Pensé… ¿que será esto?, era la primera vez que me llegaba así tan directamente un mensaje. Al verlo, me emocioné y leí y leí. Y ahí supe que la vida es Genial.

   Este libro me reafirmó lo que en mi interior sabía y creía.

   Es tan maravillosa la vida cuando eso sucede,cuando todo concuerda y ya no te sientes vacía o sola, y es ahí cuando te das cuenta de que la magia existe. Magia que deja de ser sobrenatural y pasa a ser parte de tí. El libro lo atraje con mi pensamiento y sentimiento, el universo me lo trajo. Y Gracias, por eso.

   Son tantas cosas que de la nada se crearon en ese momento y fue realmente mágico.

   Muchas personas pierden su vida y su visión pensando que somos solo un cuerpo físico y que nuestra mente solo radica en nuestro cerebro, sin ver que tenemos un fin universal e importantísimo para la humanidad. Y somos tanto, tanto más que eso. Somos tanto… ¡que aún no sabemos hasta donde podemos llegar!

   Podemos ser lo que queremos ser, si lo creemos y somos eso de verdad, desde nuestro Corazón. En él existe lo que realmente somos. Aún me queda por descubrirlo totalmente. Cuando conocemos y sentimos que en nosotros existe nuestra propia creación y nuestro propio poder es cuando nos empoderamos.

   Ahora sé, mucho mejor que antes, que somos seres en evolución con una Chispa Divina en una red conectados entre todos y cocreando nuestra realidad y viviendo nuestras propias creaciones y creencias.

   Es así, como decidí seguir los mandatos de mi Corazón y no de una supuesta conveniencia y seguridad que el sistema de nuestra sociedad me decía que siguiera, y mirar con reales ojos a la Vida y al Universo con plena confianza en él. Pues yo soy la creadora de mi Vida. Y decido hacerla una Maravilla Mágica.

  En mi tiempo, en tu tiempo… crece en este pequeño planeta nuestra real conciencia. Nuestra Verdad.

  Gracias a todos, por ser cocreadores y propiciarme tan grato momento.

   -.Inlack’ech.-
                                            
                                                             Valentina Montoya Baier
                                                            algunos_del_sur@hotmail.com






    

SI SOLO PUDIERA SER COMO MIS CÉLULAS....

¿Qué significa vivir una vida espiritual? ¿Quién me puede enseñar los principios esenciales de la espiritualidad?


Aunque parezca lo suficiente extraño pero mi propio cuerpo me puede enseñar todo lo que necesito saber. Las células de mi cuerpo están ya haciendo lo que necesito aprender. Mi cuerpo hace todo mejor, con más pasión y compromiso que yo. Las células de mi cuerpo no tienen ningún problema con el completo participar en la vida. Unas cien mil millones de ellas formaron el mismo acuerdo silencioso, que puede describirse a través de cualidades que la persona más espiritual envidiaría —pero que al mismo tiempo la persona más práctica las enviaría también. Estas cualidades compartidas hablan elocuentemente de lo que una célula está de acuerdo en no hacer tanto como en lo de hacer.

Alto Propósito: Una célula está de acuerdo primero en trabajar por el bienestar de todo el cuerpo y en segundo por su bienestar individual. Si es necesario morirá para proteger el cuerpo —el lapso de vida de cualquier célula dada es una fracción de nuestro propio lapso de vida. Las células de la piel perecen por miles cada hora, así como lo hacen las células inmunológicas luchando contra los microbios invasores. El egoísmo no es una opción, aún si se llega hasta a la supervivencia de la célula.

Comunión: Una célula se mantiene en contacto con cada una de las otras células. Moléculas mensajeras van a la carrera por todas partes para notificar a los puestos más lejanos de cualquier deseo o intención, aún cuando ligero. El retiro o el rechazo de la comunicación no es una opción.

Conciencia: Las células se adaptan de momento a momento. Permanecen flexibles para responder a situaciones inmediatas. El quedarse atrapado en hábitos rígidos no es una opción.

Aceptación: Las células se reconocen unas a otras como igualmente importantes. Cada función en el cuerpo es interdependiente con cada otra. Ir solo no es una opción.

Creatividad: Sin embargo que cada célula tiene un conjunto de funciones únicas (las células del hígado, por ejemplo, pueden ejecutar cincuenta funciones separadas), éstas se combinan en formas creativas. Una persona puede digerir comida nunca antes comida, pensar pensamientos que nunca se pensaron antes, bailar en una manera nunca antes vista. Aferrarse al comportamiento antiguo no es una opción.

El Ser: Las células obedecen al ciclo universal de descanso y actividad. No obstante que este ciclo se expresa en muchas maneras tales como niveles hormonales fluctuantes, presiones de la sangre, y ritmos digestivos, la expresión más obvia es el dormir. Por qué necesitamos dormir permanece como un misterio médico, sin embargo se desarrolla una completa disfunción si no lo hacemos. En el silencio de la inactividad el futuro del cuerpo se está incubando. Ser obsesivamente activo no es una opción.

Eficiencia: Las células funcionan con el menor gasto de energía. Típicamente una célula solamente almacena tres segundos de comida y oxígeno dentro de la pared de la célula. Confía totalmente en ser suministrada. El consumo excesivo de comida, aire, o agua no es una opción, ni lo es el amontonamiento.

Vínculo: Debido a su herencia genética común, las células saben que ellas son fundamentalmente lo mismo. El hecho de que las células del hígado son diferentes de las células del corazón, y las células de los músculos diferentes de las células del cerebro no niega su identidad común, la cual no cambia. En el laboratorio una célula de músculo puede genéticamente ser transformada en una célula del corazón yendo atrás a su fuente común. Las células permanecen atadas a su fuente no importa cuántas veces se dividan. Ser un proscrito no es una opción.

El Dar: La actividad primaria de las células es el dar, el cual mantiene la integridad de todas las otras células. El compromiso total al dar hace el recibir automático —es la otra mitad de un ciclo natural. El atesoramiento no es una opción.

Inmortalidad: Las células se reproducen para pasar su conocimiento, experiencia, y talentos, sin negar nada a su progenie. Éste es un tipo de inmortalidad práctica, sometiéndose a la muerte en el plano físico pero derrotándola en el no-físico. La brecha generacional no es una opción.

Cuando miro a lo que las células han estado de acuerdo, ¿no es un pacto espiritual en cada sentido de la palabra? Otras etiquetas igualmente trabajan para cualquiera de estas cualidades.

La primera, alto propósito se podría cambiar a entrega o desinterés. Conciencia incluye tanto estado alerta como adaptabilidad. Pero mi cuerpo no se interesa por etiquetas. Para él, estas cualidades están entretejidas en la diaria existencia.

Las cualidades compartidas de las células:

Alto Propósito, Comunión, Conciencia, Aceptación, Creatividad, El Ser, Eficiencia, Vínculo, El Dar, Inmortalidad.

Ellas son el resultado de la inteligencia interior de la vida evolucionando como biología por millones de años. Si examinas la estructura de una sola célula, nada como entrega, conciencia, o comunión sería evidente. Estas cualidades no están presentes en organismos de una sola célula como la bacteria, la levadura, y las amibas. El misterio de la vida era paciente y cuidadoso para permitir que emergiera su pleno potencial. Las criaturas de una sola célula continúan creciendo —miles viven en sus intestinos, los cuales no podrían digerir el alimento sin ellas. La evolución se mueve hacia adelante, pero recuerda en donde ha estado, y nada se pierde.

Aún ahora el acuerdo silencioso que mantiene a mi cuerpo junto se siente como un secreto, porque a todas las apariencias no existe. Más de doscientos cincuenta tipos de células van por sus asuntos diarios —las cincuenta funciones que una célula del hígado ejecuta son totalmente únicas, sin solaparse con las tareas del músculo, el riñón, el corazón, o las células del cerebro— sin embargo sería una catástrofe si se comprometiera aún una función. A medida que se divide en billones de progenie, la primera célula fertilizada en el útero de mi madre mantuvo su vínculo a la fuente. Al nivel de la memoria, aún soy esa primera célula. Si poseo un alma, cualquier cosa que pudiera saber sobre esto fue primero dicha a mi cuerpo.

El misterio de la vida ha encontrado una manera de expresarse a través de mí. De hecho es ése el propósito de estar aquí. ¿Estoy cumpliendo ese propósito? Si lees la lista de nuevo y tomas nota de cada cosa marcada "no una opción", confrontarías un completo hecho: El comportamiento mismo que mataría a nuestros cuerpos en un día no ha sido repudiado por nosotros como personas. Somos egoístas y avarientos. Nos negamos a cooperar; nos comportamos como si no hay un propósito mayor más importante que las demandas de yo, mi, y el mío. En nuestra fragmentación y confusión hemos estado ignorando el mismo modelo de una vida espiritual perfecta dentro de nosotros.

A medida que evolucionaron las células aprendieron lo que realmente trabaja para la supervivencia. La mayoría del sufrimiento en nuestras vidas personales ocurre porque concientemente escogemos comportarnos contrario al trato del alma que mantiene a nuestros cuerpos vivos.
                                                                                               Deepak Chopra

"Si lo que necesitas es una historia maravillosa, fabrícala"-Concha Buika, cantante

Entrevista en "La Contra de  "La Vanguardia"  9-11-2009

Tengo 37 años. Nací en Palma de Mallorca y vivo en Madrid. Estoy casada conmigo misma. Tengo un hijo de 10 años. Soy autodidacta. Vivo en un gran país que gracias al esfuerzo de los políticos ha dado un acelerón increíble. Creo en Dios, que es un acto de fe en el ser humano


-¿Qué palabras lleva tatuadas en el brazo?
  Los nombres de mis musas.
-Bonana Sinqué.
Es la fundadora del matriarcado más grande de mi tribu, los boobe, de Guinea Ecuatorial, mi bisabuela. La única mujer que conozco que no tiene apellido de hombre. Se hizo sola.
-¿Cómo es eso?
A su mamá se le morían todos los hijos y cuando ella nació era tan chiquitilla que no la quiso. La acogieron dos hermanos del padre y la alimentaron con la leche de las raíces de un árbol, el sinqué. A los tres años sus dos tíos murieron y ella quedó sola. Se alimentaba de casa en casa a cambio de algún trabajo. Vivió sola en el bosque hasta que murió, pero tuvo una hija, Kitailo, nadie sabe de quién. De ella nació un gran clan.
-¿Qué le legó?
La confianza en la voz que nunca calla y que nunca se escucha: la voz interior, a través de la que nos comunicamos con nuestras células. Por eso tengo tanta fe en el arte, porque es como la sangre, somos una consecuencia, una melodía, no una asociación de notas, es una condena mágica y romántica.
-Kitailo.
Mi abuela, ella me protege, he heredado su nombre. Tuvimos una unión muy hermosa a través del silencio. Ella no hablaba, ella cantaba y silbaba. Cuando quería que mi madre supiera algo y no se atrevía a decírselo, lo cantaba. Cuando ya no pudo cantar, cuando se estaba muriendo, silbaba.
-¿A usted qué le hace bien?
Recordar que no soy una víctima.
-Y su madre abandonó la tribu.
Una de las leyes de toda tribu es que cuando uno se va, no abandona, simplemente se va porque ha recibido muy buenas lecciones y eso le permite sobrevivir. La protección no es tener un piso bonito y dinero en el banco, la protección es la sensación de que estás haciendo lo correcto.
-Su padre era un exiliado político.
Sí, un maestro que nunca supo aprender. Señalaba, corregía, exigía. Uno trata al mundo como se trata a sí mismo. No debemos ser correctos con los demás por ser educados, sino por ser sensibles, que no frágiles.
-¿Qué pasó?
Él era fruto de sus miedos. De niña siempre creí que la cobardía nacía de los hombres. A mi papá se lo comieron sus sueños, confundió necesidades con caprichos.
-¿Cometió un acto de cobardía?
Sí, el que presume de lo que no tiene es un gran cobarde. ¡Que fácil es decir cómo tienen que hacer los demás las cosas y que difícil hacerlas bien!
-Se fue con otra.
Eso ocurre y no se debe juzgar; el problema es que se olvidó de que los hijos que dejaba atrás también eran suyos, los seis de mi madre más todos los que empezaron a aparecer, ja, ja. Pero no me siento culpable.
-¿Culpable?
El victimismo es una cara de la culpabilidad. Eres víctima hasta que la edad, el estómago o la conciencia te obligan a crecer.
-¿Cómo se sintió en el mundo blanco?
Iba a las audiciones con mis amigas y a mí ni me escuchaban. ¿Pero para quién no ha sido difícil? Siempre es difícil. Y ya va siendo hora de que dejemos de señalar.
-¿A qué se refiere?
A lo que me toca. Dejemos eso de que los de las discográficas son unos chorizos, que no tenemos apoyo. Los cantantes debemos volver a dar la mano a los poetas; los bailarines, a bailar con músicos, a sentir la vibración de una nota subiéndoles por los pies.
-Itobelê.
Mi mamá es una princesa escondida. Nos sacó adelante fregando escaleras y ahora va a la universidad. Nunca la vi llorar ni quejarse. Me enseñó a confiar, a tener fe.
-Yoyo.
Mi hermana mayor. Nació con la capacidad de construir formas en el aire. La escultura monumental es algo muy complicado; estudió Bellas Artes, pero al final se rindió: "Si no dejáis que mi mundo viva aquí, me voy a vivir donde vive mi mundo", y se olvidó de la locura social y se fue a la suya.
...
Luego empezaron a experimentar con ella, una medicación, otra. Ese tipo de personas traen un mensaje para todos y no pueden quedárselo dentro, eso las destroza. Aun así, la vida le trajo dos criaturas.
-Se ha casado consigo misma.
Me comprometí a quererme, cuidarme, honrarme y respetarme en la salud y en la enfermedad hasta el final.
-¿A qué edad realizó ese compromiso?
Cuando perdí el miedo a mi padre y le hice entender que sus bofetones ya no me asustaban, aprendí a poner el cuerpo duro.
-¿Y el padre de su hijo?
Es una persona maravillosa, estuvimos juntos ocho años. Separarnos fue la mejor manera de quedarnos juntos para siempre.
-¿Qué es lo importante?
Estar en paz, abrir la boca sólo para decir lo que piensas realmente.
-La música.
Si lo que necesitas es una historia maravillosa, fabrícala, píntala, cántala, cuéntala. Sólo me hacía falta irme al mundo que hay detrás de los párpados para descubrirme. Dejar de inventarme un personaje para que pudieran quererme. Y al hablarnos desde ahí descubrimos que, aunque no seamos iguales, somos lo mismo.

Amazonas negras
Su historia es un cuento africano poblado de mujeres fuertes que se van legando secretos y que jamás se abandonan las unas a las otras, ni vivas ni muertas. Buika rebosa de ese poder cuando dice y cuando canta, y es un placer escucharla. Sus vivencias están en sus letras y en su música, una negra que canta aflamencado, una guineana criada en Mallorca. "La música nos permite contar los secretos compartidos sin que nadie reconozca que le han sucedido". En su nuevo disco, El último trago,la acompaña Chucho Valdés en un homenaje a Chavela Vargas en su 90 cumpleaños, que, al oírla, dijo: "Mi hija negra". Lleva tatuados los nombres tribales de su linaje de amazonas negras, su fuerza y su debilidad

Biven Mamonta, cirujano, educador, maestro de un selecto linaje de raja yoga

“La Contra” de la •Vanguardia” Sábado 31 de octubre del 2009


Tengo 50 años. Nací en las afueras de Moscú y vivo viajando por el mundo. Soy doctor en Medicina.No tengo mujer ni hijos. El mundo entero debería estar unido en un único país. Me interesa el yoga: desarrollar la conciencia, ser sanos y crear salud a nuestro alrededor

-Era usted cirujano?
Sí, trabajé durante 13 años en
el hospital Central, entre
Moscú y San Petersburgo.
Era el asistente del director.

-¿Por qué abandonó?
Me di cuenta de que muchas de las personas
a las que yo operaba se podrían curar sin cirugía.
Yentendí que la medicina química tiene
dos partes: una cura y la otra lesiona.

-¿Cuál es el problema?
Es difícil encontrar médicos sanos que puedan
enseñarte a tener salud. Recorrí medio
mundo buscando a ese tipo de personas. Estudié
reflexología, hipnosis, psicología...

-Acabó en Siberia.
Lo abandoné todo y me fui a las montañas
de Altai, al norte del Himalaya, para estudiar
la medicina altaico-tibetana. Mi maestro
me enseño muchos métodos para ayudar
a la gente, me formó en el yoga, chamanismo
siberiano, astrología.

-¿Y?
Entendí que cada parte del conocimiento es
como una piedra en un gran edificio, como
un mandala. En realidad, todo en la vida:
crear una familia, educar a un hijo, estar saludable...
son diferentes métodos para desarrollar
un mismo conocimiento.

-¿Qué conocimiento?
Cada persona tiene su individualidad, pero
no está desarrollada, para ello debe encontrar
su talento.

-¿Qué significa eso?
Las personas son como las flores: una es un clavel,
otra una azucena; pero en la escuela
los maestros no pueden encontrar esa individualidad
en cada uno de sus alumnos, y
los podan a todos del mismo modo, como si
fueran la misma flor. Así perdemos la individualidad.
Si una persona es un artista pero
trabaja de oficinista, no puede ser feliz, su
individualidad está oprimida.

-Entiendo.
Cuando uno empiezaa manifestar su talento
iente mucha alegría y satisfacción. Hay
que dejar a los niños hacer lo que quieren
dándoles apoyo. Si quiere pintar, darle papel,
y a través del desarrollo de ese talento
trabajar el intelecto, la mente y la salud.

-Deme más pistas.
Control sobre nuestros pensamientos, palabras
y acciones. Cuando hablamos, trabajamos
o hacemos cualquier cosa, en ese momento
debemos observar nuestro estado interno:
emocionesy pensamientos. Debemos
cambiar nuestra percepción de la vida para
cambiar nuestras reacciones, pero es difícil.

-¿No lo es para los niños?
No, pero hay que librar al niño de los juicios
y enseñarle a ser más consciente de sus actos.
Cuando tenemos consciencia en cada situación
obtenemos mucha energía. Hay
que quebrar la línea de situación, juicio y
reacción porque actuamos por reflejo.

-... Viejas reacciones actualizadas.
Si logramos reaccionar de manera distinta,
tendremos una vida diferente. Si somos capaces
de observar la reacción en el momento
en que sucede, cambiamos nuestro futuro.

-¿Cómo ayudar a nuestros hijos?
No creándoles juicios, porque los padres hacen
de sus hijos una copia de ellos. Otro
error: “Yo no soy feliz, pero quiero que tú lo
seas...”, eso no es posible. Esos padres deben
encontrar para su hijo un maestro feliz
que les muestre qué es ser feliz; y confiar en
él. Plantearse: ¿qué tipo de persona enseña
ami hijo?, ¿es capaz de iluminar su talento?

-Talento es una palabra ambiciosa.
Para desarrollar la genialidad en los niños
hay que observar lo que los niños quieren.
Uno quiere pintar en la pared, otro baila
continuamente; y lamamá dice: “Estate quieto”.
Mejor apoyar su entusiasmo, darle posibilidades
para que crezca ese entusiasmo.

-¿Y para el adulto?
Es un poquito más difícil, pero el camino es
retornar al juego de la infancia y dejar que
el talento se manifieste, luego desarrollarlo.

-¿Cómo encontrar el sentido de la vida?
Eso sí es difícil. En la niñez cada uno de nosotros
recibimos de nuestros padres el mapa
de la vida, ellos nos explican: “Cuando tú
tengas familia serás feliz”, pero ellos tienen
familia y no son felices, es como una mentira,
y demasiadas cosas ocurren así.

-¿Entonces?
Mejor callar, y si el niño da un paso en el
auténtico mapa estará más feliz, más poderoso,
y ese es el camino correcto. La base es
la percepción de la vida y una buena filosofía,
en especial para las relaciones.

-¿Pero dónde la encuentras?
En el otro. La obtienes de alguien que la tiene.
De las personas infelices obtenemos conocimiento
de cómo ser infelices; de las personas
felices, de cómo ser felices. Cuide sus
relaciones. Y por supuesto: es muy positivo
encontrar un buen maestro en la vida.

-¿Cómo corregir la infelicidad?
Yendo a la raíz, revisando los programas
que has recibido e interiorizado. Hay que
entender que la vida fluye, que aferrarse es
sufrir. Y profundizar, todas las religiones
tienen sus mandamientos y todos obedecen
a leyes cósmicas, hay que entender su significado.
Por ejemplo: no matar significa no
matar tu propia alegría, ser más profundo,
significa que no asesinesaDios dentro de ti.

-Defíname Dios.
Es el absoluto, y eso es lo que debemos encontrar
dentro de nosotros. Cuando lo hallamos,
nos volvemos absoluto.

-¿Y qué me puede decir de la magia?
En la lengua rusa tiene la misma raíz que yo
puedo. La persona mágica es la que crea la
idea y la puede realizar en el plano físico.

IMA SANCHÍS



TRANSFORMACIÓN

Tras 13 años ejerciendo
la cirugía y crear uno de
los primeros grupos de
medicina preventiva en
los hospitales rusos,
abandonó todo lo conocido
y se adentró en Siberia,
donde aprendió entre
chamanes, y en el
Himalaya, donde conoció
otras tradiciones sanadoras.
Ahora, a través
de su Fundación para el
Desarrollo Armónico
del Ser Humano (www.
uurraahh.com) , con sede
en Galicia y nombrada
por la Xunta de interés
gallego, quiere crear
una escuela para niños.
Imparte cursos por todo
el mundo explicando la
síntesis de todo lo aprendido,
y el 4 de noviembre
ofrecerá una conferencia
gratuita en el colegio
mayor Sant Jordi.
“Debemos aprender a
controlar pensamientos,
palabras y acciones”.

"La vida de Einstein contiene varios enigmas intrigantes"

Entrevista en "La Contra" de "La Vanguardia" a Francesc Miralles, escritor, realizada por VÍCTOR-M. AMELA  (02/11/2009)

Tengo 41 años. Nací en Barcelona, vivo en la república de Gràcia. Cuido gatos y escribo novelas, guiones y canciones. Vivo en pareja y no tengo hijos. ¿Política? No tengo opinión. Creo en la bondad de las personas: nadie es malo, sólo es que a veces cometemos malas acciones.

¿Qué tiene de misterioso Albert Einstein?

Siendo un icono central del siglo XX, su vida plantea intrigantes enigmas...

¿A qué se refiere?

¿Qué aportación hizo Mileva en la teoría de la relatividad? El primer artículo lo firman juntos...

¿Mileva?

Su primera mujer, gran matemática serbia amiga de Nikola Tesla, creador de la primera central eléctrica: ¿qué papel tuvo Tesla?

¿Eso es todo?

No: ¿qué fue de Lieserl, la niña engendrada por Einstein y Mileva antes de casarse, que dieron en adopción y con la que Einstein jamás contactó aparentemente? ¿Y aqué dedicó Einstein su cerebro la mitad de su vida?

No veo ahí el enigma...

Si a los 26 años había formulado su E= mc2(entre otros asombrosos hallazgos revolucionarios) y ganado el Nobel a los 42 años, ¿qué hizo hasta su muerte, a los 76 años?

Buscar la teoría unificadora, preguntar al universo cuál era su ley general, ¿no?

¿Y si dio con ella? ¿Y si prefirió no divulgarla por evitar repetir lo que hicimos con la energía nuclear, cebar bombas atómicas?

¿Y con eso se construye un thriller?

Es un material con el que Àlex Rovira y yo hemos urdido un thriller inspiracional:intriga con enseñanzas que puedan resonar en el ánimo del lector, inspirar actitudes vitales, renovarlas, ensanchar la conciencia.

¿Una novela de formación espiritual?

¿Qué alquimia interior operó en Einstein, un hombre que empezó siendo casi autista, que humilló a su primera mujer, que alentó la bomba atómica..., y que acabó expresando un luminoso compromiso con la humanidad? Las reflexiones de Einstein inspiran.

Cíteme algunas.

Una escéptica, para espolearnos: "Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, ¡y del universo tengo dudas!". Otra: "La vida es muy peligrosa, no por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a verlo". Por eso tras la bomba atómica, se levantó y dijo: "¡Si lo llego a saber, me hago relojero!".

Sí que soñó con ser músico, creo...

Sí. Tocaba el violín. Mientras tocaba, le acudían las ideas... De joven, tocó una vez el violín en una plazuela de Cadaqués... De mayor, acompañaba con el violín a grupos de niños que iban cantando de casa en casa...

Más frases de Einstein...

"Si no chocamos con la razón, nunca llegaremos a nada".

¿El científico reivindica el corazón?

El apellido Einstein significa una piedra,y aquel corazón pétreo se esponjó hasta decir: "Estamos aquí para el prójimo. Sólo vivir para los demás da sentido a existir".

¿Qué lecturas le inspiraron a usted?

Siddartha,de Hesse. Los ojos del hermano eterno,de Stephen Szweig. El mago,de John Fowles. El Principito,de Saint-Exupéry.

¿Eso le llevó a usted a escribir?

Quise ser músico, pero eso exige demasiada disciplina. Trabajé de negro editorial, publiqué mucho en sellos de autoayuda con seudónimos: Francis Amalfi, el aforista Albert Lieberman, Irene Mont, Alex Martin...

¿Aforista?

Compilador de aforismos. Le digo uno de mis predilectos: "Lo único que tienes es lo que no perderías en un naufragio".

¿Cuáles han sido sus libros de autoayuda favoritos?

Los de Krishnamurti, que puede enseñar mucho a cualquiera. Las Meditaciones de Marco Aurelio, un arte de vivir emanado de Occidente. Y el Tao te king,de Lao Tsé, que me enseñó a nadar a favor de la corriente.

Siendo negro editorial, ¿qué aprendió?

Que mientras trabajaba encerrado en la oficina, ¡el sol estaba saliendo sobre el golfo de Bengala y yo estaba perdiéndomelo...!

Me refería a la escritura.

Que lo femenino gana presencia: ¡el futuro es ella! Que en el origen de la teoría de la relatividad hubiera una mujer y un hombre es estimulante y revelador...

Vuelva a la oficina, lejos de Bengala...

Una noche escribí en un papel todo lo que soñaba hacer, y lo primero fue esto: "Dejar la editorial". Por despiste, el papelito quedó dentro de un libro y mi jefe lo leyó...

Y le ayudó: le despidió, ¿no?

Me respaldó. Y así pude irme a India. Se llama Jaume Rosell, fue maestro para mí, como Antonio Ortuño, mi profesor de piano.

¿Qué salvaría usted en un naufragio?

A la persona más alegre que conozco, la escritora Iolanda Batallé: ¡la alegría es lo más grande que puede poseer el ser humano!

Si fuera usted maestro para alguien, ¿qué enseñanza le impartiría?

Ama y déjate amar. Creo que estar sano es eso. Pero dejarse amar no siempre es fácil. Hay un modo de conseguirlo: ¡hazte útil a los demás! Ahí radica la felicidad.

¿En ayudar?

Si te sientes útil para otros, te sientes justificado. Y te respetarás, sentirás autoestima. ¡Es un mecanismo demostrable, científico!

Necesitaríamos ahora a un Einstein que nos armase la fórmula.

"Amor por la fuerza nada vale; fuerza sin amor es despilfarro de energía", ya formuló Einstein.

No estará desvelándome el final de la novela...

Ja, ja, no olvide que la vida es como una novela: excepto el final, ¡el resto es todo imprevisible! Y ahí está la gracia, ¿verdad?


La última respuesta

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela" es una enseñanza de Einstein seguida por Francesc Miralles y Àlex Rovira: han buceado en el alma del hombre que con su cerebro parió el siglo XX, para entenderlo y explicarlo en La última respuesta (Plaza) / L´última resposta (62), entretenido thriller a la moda, con ánimo de inspirar el espíritu del lector. Saben que lo escondido, lo oculto y secreto atrae, que necesitamos extraer sentidos nuevos a la realidad (nada es más triste que convencerte de que la realidad es lo que parece). Intenta Miralles (www. francescmiralles. com) poner además banda sonora a la realidad con su grupo Hotel Gurú.

EDUCAR EN CONFIANZA, BASE DE LA AUTOESTIMA

"Deja a tu hijo moverse solo, no lo secuestres..., ¡confía!"

Lenore Skenazy,´la peor madre de América´

Entrevista de VÍCTOR-M. AMELA  para
"La Contra" de "La Vanguardia"  30-10-2009

Tengo 49 años. Nací en Chicago y vivo en Nueva York. Soy columnista en un centenar de diarios de Estados Unidos. Estoy casada y tengo dos hijos, Izzy (11) y Morry (13). Voto demócrata, me gustan Obama y Hillary Clinton. Soy judía. Dejé a Izzy ir solo al colegio... ¡y vaya escándalo!

¿Estoy ante la peor madre de América?

Ese título me han colgado.

¡Algo habrá hecho para merecerlo...!

Sí: confiar en la vida, en el mundo, en la gente y en mi hijo.

¿Confiar?

Confiar en que mi hijo Izzy, a los 9 años, podía ir y volver él solito de casa al colegio.

¿Y podía?

Claro: desde pequeño ha viajado en metro conmigo y su padre, y días antes de dejarle ir solo, repasamos el trayecto con él.

¿Y qué decía Izzy al respecto?

Como la mayoría de chavales, él anhela sentirse independiente, autónomo, sentirse mayor: le ilusionaba moverse solo por Nueva York, y sabíamos que tenía plena capacidad para hacerlo. Y le dejamos hacerlo.

¿Y dónde estuvo el problema, pues?

En que un policía, al verle solo en el metro, le detuvo: "¿Dónde vas solo, tan pequeño? ¿Lo saben tus padres?", le preguntó. No se creyó que le hubiésemos dejado moverse solo por el metro de Nueva York...

¿Y qué pasó?

Se lo llevó a comisaría y me llamaron a casa.

Vaya susto, ¿no?

Me sobresalté. Por teléfono le confirmé al agente que yo había permitido a mi hijo salir solo. El policía no daba crédito: "¿Y no le preocupa lo que pueda pasarle a su hijo?", inquiría, atónito. ¡Temí ser arrestada!

¿Y no le inquietaba que fuera solo?

¿Qué podía pasarle? ¿Ser robado? ¿Agredido? ¿Secuestrado? ¿Violado? ¿Asesinado? ¿Descuartizado? ¡Por favor! Ese modo de pensar tóxico es mayoritario hoy en mi país, con unas consecuencias espantosas...

¿Qué consecuencias?

Tener tanto miedo a monstruos que atacarán a nuestros hijos ¡convierte a los padres en verdaderos monstruos para sus hijos!

Tanto como eso...

¡Los padres roban a sus hijos la infancia y el gusto por la vida, inoculándoles recelo y miedo! Están encapsulándolos, incapacitándolos para vivir en sociedad. Mire, yo relaté lo sucedido con mi hijo Izzy en mi columna periodística, y asistí a dos reacciones...

A ver: una...

Se me acusó de desocuparme de mi hijo, de ser mala madre, negligente, perezosa, pasota, culpable de lo que le pasara a mi hijo...

La peor madre de América, vamos.

Pero la otra cosa que pasó es que recibí cartas de chavales. Le leo una: "Tengo 15 años. Me llevan en coche de casa al colegio, mi vida es ver la tele, videojuegos... Es divertido un rato..., ¡pero no tengo libertad!: no puedo jugar en el jardín porque mis padres tienen miedo a que me secuestren o me maten. ¡No quiero que mis hijos, si un día los tengo, vivan como yo!".

Se trata de un caso extremo...

No, es común. Cuando yo era niña, correteábamos por la calle, los niños repartían diarios, las niñas de 12 años hacíamos de canguro a niños pequeños, o cantábamos por las casas pidiendo aguinaldos... ¡Nada de eso se permite hoy! Sólo un 10% de los niños de mi país van solos al cole.

Habrá aumentado la inseguridad...

¡Mentira! El índice de seguridad vuelve hoy a ser el mismo que el de 1963, y Nueva York es de las ciudades más seguras del país.

Entonces, ¿a qué responde tanta sobreprotección?

La televisión sabe que repetir sucesos luctuosos, crímenes, tragedias, niños secuestrados, una niña asesinada... nos estremece, atrae, magnetiza y vende. Y lo hacen: ¡los repiten sin descanso! ¿Pasa esto en España?

Estamos en ello.

El efecto de esto es que la gente se queda con un mensaje: "La calle es peligrosa, ¡mi hijo está en peligro!". E incluso algo peor...

¿Qué?

¡Acabas viéndote a ti mismo como criminal! "Si un vecino me deja a su hijito, ¡qué irresponsable es!, porque yo podría...".

¿Qué medidas tomaría usted si mandase en Estados Unidos?

Que no se arreste y enjuicie - como ahora-a padres que dejan un rato a sus niños solos en casa o les permiten salir solos a la calle.

Pobres padres...

Y pobres hijos: cosificados, convertidos en inútiles, no sabrán desenvolverse mañana. ¡Démosles la oportunidad de espabilarse!

¿Cómo?

Déjale que vaya a comprar el pan el periódico, déjale que complete una vuelta a la manzana en bici él solo, déjale que vaya a comprarse un helado... Enséñale, ¡y suéltale! Ser buenos padres consiste en eso.

¿Qué otro consejo daría?

Me escribió el otro día un señor de 90 años: "Recuerdo el día en que, con 10 años, me dejaron subir solo al tren...". Tras casi un siglo de intensa existencia, ¡Segunda Guerra Mundial incluida!, al final de su vida, ¿quién era ese hombre, quién había sido siempre? ¡El niño valiente que subió solo al tren...!

Confianza es el mensaje, ¿verdad?

Confía más en lo que ves que en la tele: ¿secuestran cada día a un niño en tu ciudad?

¡No!

Pues no lo secuestres tú: ¡tenemos secuestrados a nuestros hijos! Alguien me soltó: "Esta madre prefiere darle a su hijo un día de diversión a una larga vida", ¡dando por hecho que alguien matará a mi hijo!: así de aberrante es la mentalidad estadounidense.

¿Qué es lo peor que le han dicho?

"¡Ojalá algo horrible le pase a tu hijo, para que aprendas!".

"Deja a tu hijo moverse solo, no lo secuestres..., ¡confía!"

Educación vial
La demanda extrema de seguridad es perversa: queriendo máxima seguridad para nuestros hijos, se la robamos (¿cómo afrontará la vida quien creció entre algodones?). Son reflexiones que me suscita esta madre en lucha con la mentalidad hegemónica norteamericana (el niño como frágil tacita que te pueden robar o romper). Charlo con Lenore mientras Izzy baja a la calle a dar una vuelta. Lenore ha fundado un movimiento (www. freerangekids. com) que confía en la capacidad de los hijos y la benevolencia de la gente. Lenore ha hablado en la jornada de educación vial ¡La calle también es mía! Los niños, las ciudades y la seguridad vial,convocada por Attitudes, iniciativa social de Audi.

"MARTES CON MI VIEJO PROFESOR"

Mitch Albom nos muestra un amor muy especial, el que une a maestro y alumno:

El plan de estudios

*Mi viejo profesor impartió la última asignatura de su vida dando una clase semanal en su casa, junto a una ventana de su despacho, desde un lugar donde podía contemplar cómo se despojaba de sus hojas rosadas un pequeño hibisco. La clase se impartía los martes. Comenzaba después del desayuno. La asignatura era el Sentido de la Vida. Se impartía a partir de la experiencia propia.

No se daban notas, pero había exámenes orales cada semana. El alumno debía responder a varias preguntas, y debía formular preguntas por su cuenta. También debía realizar tareas físicas de vez en cuando, tales como levantar la cabeza del catedrático para dejarla en una postura cómoda sobre la almohada, o calarle bien las gafas en la nariz. Si le daba un beso de despedida, ganaba puntos adicionales.

No se necesitaba ningún libro, pero se cubrían muchos temas, entre ellos el amor, el trabajo, la comunidad, la familia, la vejez, el perdón y, por último, la muerte. La última lección fue breve, de sólo unas pocas palabras.

En lugar de ceremonia de graduación se celebró un funeral.

Aunque no hubo examen final, el alumno debía preparar un largo trabajo sobre lo que había aprendido. Aquí se presenta ese trabajo.

En la última asignatura de la vida de mi viejo profesor sólo había un alumno.

Ese alumno era yo.

Para leer el libro entero dirigirse a:

www.ladanzadelavida12.blogspot.com



KEN BLANCHARD ENTREVISTADO EN "LA CONTRA" DE "LA VANGUARDIA"


"Las buenas notas por sí solas forman malas personas"

Ken Blanchard, pionero del ´management´

LLUÍS AMIGUET - 21/10/2009

Ahora celebro el 40. º aniversario... De mi 30. º cumpleaños (tengo 70). Y la Biblia no dice nada de jubilarse ni habla de ningún patriarca con menos de 80. Nuestra sociedad necesita menos exámenes y más educación. Convertir la política en profesión es pervertir la democracia

Sufrimos a Maddoff, y otros como él, y aun padecemos la avaricia de Wall Street y la banca, donde los poseedores de los mejores expedientes académicos están pagándose sueldos increíbles con nuestros impuestos...

...

... "Si no nos pagamos estos bonus millonarios - argumentan-,los mejores se van a otros bancos y países...". Pero, ¡por Dios santo!: ¿cuánto hay que pagarle a un banquero para que se sienta bien retribuido?

...

¿Cuánto tiene que cobrar un gestor o un político para no tener la tentación de robar?

Robar no es algo nuevo precisamente.

No, pero lo que sí es nuevo y preocupante es que todo nuestro sistema se fundamente en el fomento de la avaricia sin límites.

Tampoco la avaricia es novedad.

Pero antes se acumulaba para invertir y crear empleo - por eso los demás contribuíamos-,pero ahora se acumula sin ninguna relación con la economía productiva.

¿Por qué?

Porque nuestro sistema - desde preescolar hasta la jubilación-nos está educando para que confundamos nuestra autoestima con nuestros resultados. Y forma acumuladores compulsivos obsesionados con lograr resultados cuantificables: sueldo, cargo, méritos, carrera, bienes, coches, pisos... Esos números les dan la medida de su autoestima: creen que sólo son queridos en la medida en que consiguen esas cantidades de poder y dinero.

¿No ha sido siempre así?

Todo el sistema educativo se ha transformado en una máquina de calificar, seleccionar, segregar, categorizar, dar notas... Educar se ha reducido a hacer la selección de personal desde la cuna hasta el despacho de jefe. Y por el camino quedan los perdedores.

Tampoco me parece tan novedoso.

Es una perversión que nos condena a la obsesión de acumular y a la infelicidad. Así siempre necesitamos acumular más porque nos sentimos cada vez menos.

Tendemos a confundir valor y precio.

Se inculca la necedad cuantificadora: ha habido varias generaciones de obsesos por los resultados desde el parvulario.

¿Del parvulario a Wall Street?

¿Hay algo más egoísta que un bebé? ¿Hay alguien más centrado en sí mismo que un preescolar? ¿Y sabe por qué?

¿. ..?

Porque no se nace generoso: la generosidad se aprende, y no la estamos enseñando. Al contrario, enseñamos que sólo te vamos a querer - desde papá hasta el jefe-en la medida de lo que consigas puntuar, obtener, mandar...

Pues dependerá de cada colegio...

Esa obsesión conduce desde el aula con sus notas trimestrales hasta la obsesión empresarial por la presentación en bolsa de las cuentas trimestrales de resultados: un cortoplacismo que desincentiva la inversión a largo plazo, la que crea riqueza duradera y creciente.

No sé si veo la relación...

Todos los niños quieren aprender hasta que les empiezas a poner notas: los que suspenden acaban odiando el cole: ¿por qué clasificar a las personas por sus resultados desde la cuna? Esa es la receta segura para la avaricia y luego la desdicha: de los que suspenden y de los que acaban en Wall Street.

¿Acaso no haría usted exámenes ni presentaría resultados empresariales?

No me obsesionaría con ellos, porque sólo son un medio: no un fin. Los Maddoff del mundo son esclavos de esa mentalidad: vales lo que consigues y todo vale para conseguirlo. Millones de padres niegan el cariño a los hijos que llegan con malas notas...

¿Qué haría usted? ¿Darles una fiesta?

Si amo a mi hijo, separaré claramente mi amor por él de sus resultados escolares. Mi amor es incondicional: amamos a las personas porque son únicas y son ellas y después está lo que tienen, saben o pueden hacer.

Así usted incentiva la mediocridad.

Si sólo amo al hijo en la medida en que trae buenas notas o mete goles, le haré esclavo de los resultados: siempre necesitará más dinero, más poder y más triunfos para estar satisfecho consigo mismo. Cada día saldrá a la calle en busca de su mayor dosis de resultados. Y si no los logra por las buenas, es posible que lo intente por las malas.

¿Qué prefiere: tener un médico educado con exigencia y resultados o con mucho amor y ninguna exigencia?

Un médico obsesionado con los resultados y su carrera tendrá la tentación de utilizar a sus pacientes para acumular dinero o méritos. Será mal médico, porque el paciente debe ser el fin y no el medio de toda medicina. Cualquier profesional cuya autoestima no dependa tan sólo de acumular dinero o medallas acabará haciéndolo mejor.

Vivirá menos estresado seguro.

Tendrá la oportunidad de no depender de la acumulación cuantificable para medir y gozar de su propia autoestima: sólo así podrá ejercer su profesión convirtiendo a sus clientes en fines y no en medios.

Si no hay nota, ¿para qué esforzarse?

Se esforzará si sabe que es un ser humano al que se le ama porque es él y con esa confianza podrá ser generoso y devolver ese amor a los demás sin exprimirlos para obtener más resultados con que conquistar su admiración, que él confunde con ese cariño que se le escapa... Esa es la diferencia entre el líder que sirve y el líder que se sirve de los demás.

"Las buenas notas por sí solas forman malas personas"

Manda la avaricia

Hace 40 años que Ken Blanchard enseña a enseñar y a liderar en másters, miles de conferencias y una treintena de libros. No sé si se ha hecho rico, pero sigue en la carretera, porque anteayer intervino en Barcelona con HSM. Y después me habló con dulzura y generosidad de cómo las buenas notas forman malas personas cuando, desde niños, hacen depender nuestra autoestima de la acumulación de resultados cuantificables en cargos o sueldo. Ken cree que ese error pervierte el sistema financiero - donde acaban algunos de los peores tipos con las mejores calificaciones-y nos pone en manos de peligrosos acumuladores compulsivos, especie que también triunfa en la política y la empresa.

PREFACIO DE JORGE CARVAJAL AL LIBRO "PEDAGOGÍA 3000"

Me decían de mi hija en la escuela, que era una niña bien especial, tanto que su
profesor de alemán la echó de clase un día por insoportable. Síndrome de
Hiperactividad y Déficit de Atención, decían. Y el psicólogo confirmó el diagnóstico
apresurado del profesor. Cambiamos la escuela y el método, y todo cambió. De la
noche a la mañana ese síndrome, tan temido como calumniado, desapareció. El
diagnóstico había fallado y afortunadamente también su pronóstico.
El enfermo era el sistema de educación, lo que faltaba era motivación, una forma
eufemística de decir que esa escuela no tenía maestros, sólo profesores y técnicos.
Una enseñanza sin amor no motiva y la motivación es el ingrediente esencial de la
atención, del aprendizaje y de la memoria.
Si lo que conoces no lo sabes, porque no lo saboreas; si tus palabras sólo repiten lo
que ya dicen los libros, pero no tiene el contexto significativo de tu propia alma, si lo
que dices no resuena en tu corazón, posiblemente tu clase se convierta en un lugar
donde reinará el déficit de atención. Seguramente médicos y psicólogos te darán la
razón cuando evalúen clínicamente la situación. Pero lo que nos importa es la causa.
Han perdido la motivación, se aburren, su atención se dispersa buscando lo que en clase
no encuentran...
Liberar el potencial humano, educar para una cultura del compartir, integrar todas las
vertientes de nuestra inteligencia en una inteligencia adaptativa que nos permita a todos
dar lo que vinimos a dar de nuestra vida... No puede ser otro el propósito de una
nueva Pedagogía, una que convoque lo mejor de la cultura humana,
representada en los recientes avances de la ciencia y el aporte de las culturas
milenarias.
Es hora de unir las ciencias humanas y las ciencias de la vida en la dimensión de una
ciencia espiritual que nos permita dar sentido a la crisis actual. Tal vez necesitamos menos
diagnósticos y pronósticos y más compromiso con nuestros hijos. Al fin de cuentas,
ellos son las semillas de la tierra, la cosecha del futuro y la esperanza de una cultura
de relaciones humanas en sintonía con la Pachamama.
Hemos dado pasos gigantes en términos de educación, es cierto que el cambio
cuantitativo es innegable, han mejorado los ingresos, pero en el proceso no ha habido un
avance cualitativo correspondiente:
- Tenemos más conocimientos, quizás hayamos adquirido nuevas técnicas y
destrezas, pero en el camino hemos ido renunciando a la capacidad de crear
nuestras obras más bellas.

- Tenemos más profesores y menos maestros, más doctores y menos sabios;
sabemos más de producción en serie y mucho menos de artesanías, más de
piezas renovables concebidas para la competencia y tal vez más ciencia, pero
mucho menos de la magia de hacer lo que hacemos con conciencia.
- Tenemos más de todo lo otro y mucho menos de nosotros. Los sistemas
masificados clasifican de anormal a quien se sale de la curva de la mediocridad.
Educamos para la repetición, premiamos la memoria y el automatismo,
condenamos a los estudiantes a perder rápidamente su vocación y los
calificamos para que sólo aprendan a reproducir modelos ajenos. Casi todos los
estudiantes de medicina que un día ingresaron a sus universidades llenos de
vocación la habrán perdido al cabo de tres años de “Educación superior”.
Las malas notas, la deserción escolar y la violencia, no son la enfermedad. Son el
síntoma inequívoco de un sistema de educación profundamente enfermo. Pero más
presupuesto, más tecnologías, más profesores, más ordenadores, más aulas y más
clases de valores desvalorizados por el fundamentalismo del dogma, son como un
parche. La enfermedad de nuestro sistema educativo es un profundo Déficit de
Humanidad, una pérdida de vocación por la vida. Educa para el éxito, para la
competencia, para el examen, pero no para enamorarte de la vida.
¿Y si la Pedagogía, más que un cúmulo de teorías y de técnicas, fuera una estrategia
humana para re-encantar la vida? ¿Y si pudiéramos aprender enseñando, aprender
aprendiendo y así ser, siendo únicos, lo que somos, como somos, para experimentar la
plenitud de ayudarnos? ¿De completarnos? ¿Y si aprendiéramos desde la humildad y la
inocencia del saber que no sabemos, para sabernos inmersos por fin en un
conocimiento que involucre de lleno el amor? ¿Y si así, se unieran la cabeza y el
corazón en un proyecto de vivir, en el que la comprensión nos lleve a un nuevo tipo de
relación con la naturaleza en nosotros?
Ese día, el amor será nuestra mejor medicina, y nuestras medicinas llevarán implícito el
amor. Ese día, la pedagogía será también nuestra terapéutica y la terapéutica será
nuestra mejor pedagogía. Ese día, no tan lejano, la pedagogía convocará todas
nuestras inteligencias en ese cauce de sabiduría que vincula la Gran Cadena de la
Vida. Que esta Nueva Pedagogía nos involucre en la dimensión de una nueva cultura de
relaciones humanas, una en la que la libertad sea consecuencia de la responsabilidad. Una
cultura en el camino del alma. Una cultura del alma.
Estoy convencido, querido lector, que Pedagooogía 3000 de Noemi Paymal será
parte de ese camino.
Jorge Carvajal Posada

EDUCAR VIENDO PELÍCULAS


"Hijo, tú y yo veremos tres películas juntos a la semana"
David Gilmour, que educó a su hijo a base de ver cine

"LA CONTRA" DE "LA VANGUARDIA- 16/09/2009
Entevista realizada por Víctor-M. Amela

Tengo 59 años. Nací y vivo en Toronto (Canadá). Soy escritor y profesor de literatura inglesa. Me he casado con tres mujeres, con las que he tenido tres hijos: Maggie (31), Jesse (23) y Emilia (10). Soy moderadamente centrista. Soy un ateo respetuoso

¿Cuándo supo que algo iba mal con su hijo?
Jesse iba camino de los 15 años y sus notas empezaron a descender. Bajó su autoestima, empezó a mentirme.
¿Qué mentiras?
Decía que no tenía deberes escolares, pero los escondía. Le preocupaba sacar malas notas, pero no conseguía aplicarse. Y no me extraña: ¡enseñan muy pocas cosas interesantes a los chavales en las escuelas! ¿Qué hizo usted para ayudar a su hijo? Cambiarle a una escuela buenísima y ayudarle con los deberes. Y así estábamos una tarde con el latín, cuando noté algo... ¿Qué? ¡Los efluvios de su hastío! Lo sentí como algo físico, palpable: emanaba de cada célula de su organismo, de todo su cuerpo. Tuve la certeza de que así todo era inútil. Quizá con parar un rato y merendar... No: era un aburrimiento hondo, estructural, visible en Jesse desde que se levantaba.
¿Cómo reaccionó usted al captarlo?
Me horroricé. Pero yo sufría tanto viéndole sufrir, que tomé una resolución: "No tienes por qué ir a la escuela si no quieres", solté.
¿Y cómo reaccionó Jesse?
Incrédulo, me miró de soslayo... Insistí, le repetí la propuesta. "¿De verdad?", desconfiaba. "Con cuatro condiciones", planteé. ¿Qué cuatro condiciones? Primera: "No me pagarás alquiler, así que ¡nada de ponerte a trabajar!". ¿No? Evité que relevase una actividad ingrata y odiosa por otra igualmente ingrata y odiosa.
¿Cuál fue la segunda condición?
"Descansa hasta las cinco de la tarde". ¿Perdón? Si yo fuese ministro de Educación, prohibiría que los adolescentes fuesen a clase antes de las doce de la mañana: ¡el adolescente necesita dormir! Es un imperativo biológico.
¿No exagera?
Dentro de diez años dirán: "¡Qué bárbaros, forzaban a sus adolescentes a madrugar!". Está bromeando... ¡En serio! Un adolescente no está en condiciones fisiológicas de sacar provecho de ninguna clase a primera hora de la mañana.
¿Cuál fue la tercera condición?
"Nada de drogas". Y cuarta: "Jesse, tú y yo veremos juntos tres películas a la semana".
¿Esta era su alternativa al instituto?
Sí. Llamé a su madre (estamos separados) para explicarle el pacto. Lloró: visualizó a nuestro hijo viviendo como un mendigo al cabo de unos años... Pero se avino.
¿Aceptó Jesse su nuevo plan de vida?
Sí. Y a las tres semanas su actitud vital ya era otra: ya no me rehuía la mirada, estaba más relajado, era más franco...
¿Qué buscaba usted con este plan?
Que Jesse recuperase energías y confianza, que volviese a sentirse seguro, a gusto consigo, que encontrase su lugar en el mundo...
¿Qué película vieron primero?
Los 400 golpes,de Truffaut. Su protagonista, zarandeado por la vida, acaba en una playa, alegoría del porvenir siempre abierto. Luego salimos al porche y conversamos...
¿Y así tres veces por semana?
Casi cada día, al final: se levantaba a las cinco de la tarde, desayunaba..., y nos acomodábamos para ver una película.
¿Qué otras películas vieron?
Quise para Jesse una experiencia placentera, y alterné clásicos en blanco y negro, aventuras, acción, simple entretenimiento, ligerezas y verdaderas obras de arte: Instinto básico, Psicosis, El padrino, Pretty woman, Pulp fiction, Manhattan, La matanza de Texas, La dolce vita, Desayuno con diamantes...
¿Qué película cree que resultó más formativa para Jesse?
Ran,que expresa sutilmente el espanto de la soledad y la incomunicación: Jesse identificó esa sensación, quedó hipnotizado, y luego me comentó esas impresiones suyas.
¿No estaba siendo usted un padre demasiado amigo?
Todos los padres queremos la felicidad de nuestros hijos... ¿La matanza de Texas qué conversación suscitó? Profundamente aterradora, expresa el temor a algo oscuro que puede destrozarte... Así, hablamos de nuestros peores miedos.
¿Qué película les gustó más a cada uno?
Coincidimos: El padrino 2 la vimos media docena de veces. ¡Es una obra maestra absoluta! Jesse tiene buen gusto, eso me consta.
¿Cuánto tiempo estuvieron así?
Fueron tres años muy hermosos, ¡yo hubiese estado así toda la vida!
¿No se sentía raro su hijo?
Él seguía tratando a sus amigos, y cuando ellos fueron a la universidad, se preocupó. "¿Saldré adelante?", me preguntó. "Sí", le dije, y le pregunté qué pensaba él.
¿Y?
Me dijo que sí. Había ganado autoestima. Y tengo observado que los que creen que saldrán adelante, ¡salen adelante!
¿Qué hace ahora su hijo?
Decidió volver a estudiar. Ingresó en una escuela de cine... y hoy escribe guiones.
Natural.
No estaba previsto, se lo aseguro.
¿Qué aprendió usted en esos tres años?
Que nos forjamos una idea fija de nuestros hijos... sin sospechar que evolucionan.
¿Puede una película cambiarte la vida?
Puede ser el espejo en el que vislumbres algo de ti que te ayude a ser más feliz.

"Hijo, tú y yo veremos tres películas juntos a la semana"
Cineclub casero


No lo hagan en casa. Es lo primero que pienso tras charlar con David Gilmour, canadiense tranquilo y padrazo que ha sabido servirse de películas para estimular y centrar a su hijo. A Gilmour, que confiesa su honda desconfianza en el sistema educativo convencional, le invadió tanto pavor ante el eventual fracaso académico de su retoño que urdió esta experiencia peculiar, extrema, exótica, singular y nada generalizable. Le salió bien: su hijo se centró. Volvió a los estudios... en una escuela de cine. Y hoy es guionista en ciernes. De todos modos, Gilmour me ha parecido algo sobreprotector en el relato de esta vivencia en Cineclub (Empúries, en catalán; Mondadori, en castellano).